Estudio Bíblico de Eclesiastés No. 25

Hoy leemos Eclesiastes 11:1-5.

En este capítulo, el rey Salomón nos desafía a ver si realmente estamos tomando las decisiones correctas, apropiadas y piadosas. La sabiduría no se encuentra solo en entender las Palabras de Di-s, sino que la sabiduría también es estar dispuesto a aplicarlas a nuestras vidas, a ponerlas en práctica – Mateo 7:24-27.

v1: Echa tu pan sobre las aguas: Si hiciéramos esto al pan, no quedaría nada de este, sería devorado por los peces, o se disolvería y desintegraría.

  • Muchos días: Abundancia de días. Muchos eruditos ven esto como al final de la era.

Nota: En hebreo no hay puntuación, pero dentro de su contexto este versículo debe entenderse como una pregunta: ¿Si alguien arroja su pan sobre las aguas, lo hallará? La respuesta es: No, no lo harían. El pan (sinónimo de vida) tiene un estatus muy especial en el judaísmo. Según la tradición, está prohibido manipular el pan de forma irrespetuosa, por lo que nunca se tiraría a la basura.

La vida, como el pan, debe ser tratada con especial atención o dignidad. Si vertemos nuestras vidas (recursos, etc.) en cosas que se van a disolver o consumir (es decir, en los lugares equivocados), ¿encontraremos mucho de nuestra vida sobrante después de mucho tiempo? ¡NO! ¿Qué estamos haciendo con nuestras vidas, con los recursos que tenemos? ¿Los estamos invirtiendo de manera que al final de los días encontremos vida?

Colosenses 3:3-4 nos dice que nuestras vidas están escondidas en el Mesías, y solo cuando Él se manifieste, nosotros (como creyentes) seremos manifestados con Él. Si no hemos arrojado nuestro pan sobre el Mesías (por así decirlo), entonces no tendremos nada que mostrar cuando este reino presente haga la transición al Reino de Di-s.

v2: Siete…y aún ocho: Los números son importantes en la Escritura. Si no los entendemos bíblicamente, entonces no podemos tratarlos apropiadamente. El número 7 se relaciona con la santidad o santificación (es decir, los propósitos de Di-s).

  • Reparte a siete: Necesitamos dar nuestras vidas (la porción que nos ha sido dada) a los propósitos de Di-s.
  • Y aún a ocho: El número ocho es un número del Reino. Es un número relacionado con la redención o restauración. Si queremos que Di-s se mueva en nuestras vidas para redimirnos y restaurarnos (para devolvernos nuestros días desperdiciados – Joel 2:25), debemos tener una mentalidad del Reino.
  • Mal: Los ataques del enemigo. Aquellas cosas que son contrarias a la voluntad de Di-s. En este mundo el enemigo nos ataca. Sin embargo, hay seguridad en la obediencia, en dar nuestras vidas (nuestra porción) a los propósitos de Di-s, a la santidad, a la santificación, a las cosas que pertenecen al Reino de Di-s. Vivir en el carácter del Reino no solo nos protege, sino que también nos prepara para el futuro. No sabemos lo que depara el futuro: cómo atacará el enemigo, los obstáculos que vamos a encontrar, etc. Nos preparamos para este futuro desconocido (por nosotros) invirtiendo nuestras vidas en los propósitos de Di-s, la voluntad de Di-s y en el Reino de Di-s. Él sabe el mal que vamos a encontrar y si estamos viviendo EN Él, ¡Él puede dirigir nuestros caminos y hacer que seamos más que vencedores! (Romanos 8:37).

v3: Nubes llenas de agua (lluvia): Bíblicamente la lluvia es vista como una bendición. Di-s se va a mover en este mundo para bendecir. ¿Estaremos en el lugar correcto para recibir Su bendición cuando caiga?

  • Un árbol: En la mentalidad hebrea, la caída de un árbol se considera una maldición. En este contexto…el lugar que Di-s maldice allí esa maldición estará o permanecerá.

Nota: ¿Cuál es nuestra respuesta? ¿Pedirle a Di-s que nos bendiga? ¿Pedirle a Di-s que nos proteja de la maldición? Eso no es lo que esta Palabra de Di-s nos está instruyendo que hagamos. Necesitamos ser lo suficientemente sabios para ir a donde están cayendo las bendiciones y alejarnos de donde están las maldiciones. Necesitamos que nuestras vidas sean redirigidas.

v4: El viento: En tiempos bíblicos la semilla se sembraba o esparcía a mano. Las semillas no se sembraban cuando hacía viento, ya que las semillas no caían en los lugares correctos debido a las condiciones del viento. Había señales que decían que era bueno sembrar, pero también había señales que decían que no era bueno sembrar.

  • Las nubes: Del mismo modo, la cosecha no se realizaba en un día nublado o lluvioso ya que la lluvia tenía el potencial de estropear la cosecha. También hubo señales a favor y en contra de la cosecha.

Nota: Necesitamos estar funcionando dentro del tiempo perfecto de Di-s para nuestras vidas si queremos ser un pueblo fructífero. En el v3 aprendimos que debemos estar en la posición adecuada para la bendición, en este versículo aprendemos que debemos ser sensibles al tiempo de Di-s para cosechar la bendición. Con nuestro propio intelecto no podemos calcular este momento, pero necesitamos escuchar a Di-s y permitirle que nos dirija en cuanto a dónde y cuándo. Así como hay tiempos para sembrar y tiempos para cosechar físicamente, también es cierto para nosotros espiritualmente.

v5: El camino del viento: No podemos controlar ni anticiparnos perfectamente al viento. No sabemos si va a soplar hacia un lado o hacia el otro. Asimismo, basados en el intelecto humano, no podemos anticipar cómo se moverá el Espíritu. Necesitamos escuchar a Di-s: tener oídos que sean sensibles a Él (Apocalipsis 2:7, 2:11, etc.). Si no somos sensibles al Espíritu, estaremos en el lugar equivocado en el momento equivocado. El mal momento en nuestras vidas nos llevará a sentirnos frustrados.

  • Cómo crecen los huesos en el vientre: Los ultrasonidos han aclarado parte de este misterio hoy en día, pero todavía hay mucho que no entendemos sobre el crecimiento de un bebé en el vientre de su madre.
  • Así ignoras la obra de Di-s: Por nuestra cuenta, no podemos saber qué está tramando Di-s: dónde está obrando y dónde no está. Cuando no sabemos lo que Di-s está tramando, la vida nos parecerá muy fútil. Necesitamos la revelación de Di-s. Necesitamos que Él nos hable, que nos guíe, que nos dirija, que ilumine Sus propósitos, Sus planes, Sus decisiones en nuestras vidas.
  • Todas las cosas: Cosas del Reino. Santiago 1:17. Es solo a través de la Obra de Di-s en nuestras vidas que podemos experimentar la plenitud de la vida. Él no solo va a obrar en nuestras vidas, sino que obra a través de nuestras vidas para que Su voluntad se pueda cumplir, a través de nosotros, en la tierra.
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