Estudio Bíblico de Eclesiastés No. 24

Terminamos esta semana con Eclesiastes 10:11-20

v11: No traes al encantador de serpientes para encantar a la serpiente después de que el daño está hecho. Encantar a la serpiente se hace antes de que se pueda hacer daño, no después del hecho. Si queremos tener resultados adecuados, hay un orden adecuado en la forma en que debemos hacer las cosas.

v12: Las palabras…son llenas de gracia: Una persona sabia habla palabras de favor (bendición) en una situación o palabras de favor sobre las personas. Es ir la “milla extra” con nuestras palabras con respecto a los demás (Mateo 5:41). No hagas lo mínimo, haz lo máximo en las situaciones. Es un catalizador para que el favor de Di-s (abundancia) entre en tu vida.

• Labios del necio… causan su propia ruina: Una persona necia no habla favorablemente de los demás. Habla egoístamente. Habla lo que cree que es lo mejor para él. En última instancia, tendrá un efecto negativo sobre él: en lugar de recibir más de lo que esperaba, devorará su propio ser.

v13: Nocivo desvarío: La imagen aquí es de alguien salvaje y fuera de control, incontrolable. Cuando violamos la voluntad de Di-s y nos comportamos tontamente, se producirá un comportamiento incontrolable.

v14: Multiplica palabras…aunque no sabe nadie lo que ha de ser: Habla por sus propios impulsos naturales o lo que cree que es el sentido común (hace y dice lo que es correcto a sus propios ojos). Esto es locura para Di-s.

• ¿Quién le hará saber lo que después de él será? ¿Quién sabe lo que nos depara el futuro? Solo Di-s puede saber esto. Es por eso por lo que debemos confiar en Su Palabra.

v15: Necios: Es una palabra que habla de alguien que sabe lo que es correcto hacer, pero son rebeldes y hacen lo contrario.

• Los fatiga: Cuando hacemos lo que sabemos que Di-s quiere que hagamos, recibimos una unción y nos sentimos fortalecidos. Pero si nos comportamos con necedad, nos va a agotar.
• Porque no saben por dónde ir a la ciudad: La insensatez trae confusión en nuestras vidas. Provoca una carencia de lo que básicamente deberíamos saber. El necio no sabe que se está comportando a ciegas.

v16: Tu rey es muchacho: Es decir, inexperto.

• Tus príncipes banquetean de mañana: Bíblicamente, antes de que se hiciera algo por la mañana, las oraciones eran la primera orden del día – no el comer. Sus prioridades están equivocadas.

v17: Tu rey es hijo de nobles: En el hebreo original esta es una declaración que tiene liberación o libertad adjunta. Este rey no está en cautiverio o esclavitud, pero es libre de servir a Di-s o de hacer la voluntad de Di-s.

• Tus príncipes: Los funcionarios del gabinete.
• Comen a su hora: Las cosas están en el orden correcto.
• Para reponer sus fuerzas y no para beber: Comen para cumplir la voluntad de Di-s y no para sus propios fines.

v18: La casa de un holgazán reflejará que los ocupantes son holgazanes. Al igual que sus hogares, los perezosos no van a ser recipientes que puedan recibir, sino que serán recipientes con fugas (por así decirlo).

v19: El banquete: La palabra usada aquí en hebreo es la palabra para pan. El pan es sinónimo de vida. Culturalmente, se come todos los días y trae satisfacción, contento, gozo diariamente (Filipenses 4:11-12).

• Vino: En esta cultura beber vino era algo poco frecuente. En nuestras vidas van a haber momentos especiales o únicos en los que vamos a estar sumamente contentos (” alegres “).
• El dinero sirve para todo (responde RV1909): La palabra traducida “responde” también puede traducirse “afligidos”. Ambos aluden a una respuesta.

v20: Pensamiento…cámara: Ambos lugares privados.

• Ni… digas mal al rico: Los que tienen recursos. Este versículo nos advierte que mantengamos nuestros pensamientos y palabras secretas bajo control. ¿Por qué? Esas cosas secretas a las que nos aferramos siempre se manifestarán, serán expuestas. Necesitamos tener buenos pensamientos (1 Pedro 3:9, Romanos 12:17). Si tenemos sentimientos adversos por las personas y nos aferramos a ellas, nos afectará. Necesitamos llevar todo pensamiento a la obediencia al Mesías (2 Corintios 10:5). Nuestros pensamientos deben ser pensamientos de bendición y no de maldición.