Estudio Bíblico Libro de Tito, No. 7

Capítulo 3, 1ª Parte, Versículos 1-3

Una de las cualidades más importantes que debe poseer un creyente es la capacidad de someterse. Necesitamos reconocer la autoridad y responder a ella apropiadamente.

v1: Recuérdales = los creyentes. Siempre que no esté en conflicto con la Palabra de Di-s, debemos someternos a las autoridades gubernamentales (terrenales).

  • Solo cuando estamos en sumisión podemos obedecer. Si no podemos aprender a someternos a quienes tienen autoridad terrenal, no podremos someternos a quienes tienen autoridad espiritual, ni siquiera a Di-s mismo.
  • El objetivo de la sumisión es que seamos capacitados para hacer buenas obras.

Nota: Lo anterior no le da una autoridad absoluta al gobierno, en cuanto a su derecho de gobernar sobre los creyentes, para hacer lo que quieran (ver Romanos 13:3-4). Si hay un gobierno que está usando o explotando su autoridad para lo que no es bueno (claramente en contra de la Palabra y voluntad de Di-s), entonces no podemos someternos a ellos en esas cosas. Ninguna otra autoridad puede reemplazar la autoridad absoluta que Di-s tiene sobre la vida de cada creyente.

v2: Necesitamos recordar que cada ser humano es una creación de Di-s y como tal no hablamos de manera blasfema (de manera inapropiada) contra nadie.

  • No sean Pendencieros. Pacífico / sumiso en el fondo, estas palabras significan que deseamos estar de acuerdo con la gente y evitar la contención.
  • Amable. Gentil, no duro ni despectivo.
  • TODO se enfatiza al final de este versículo. Este debe ser nuestro comportamiento y actitud en todo momento y en cada situación. Esto no significa que no podamos evaluar el comportamiento de alguien y decir que está mal, incorrecto o en contra de la voluntad de Di-s. La precaución es que no hablamos simplemente para ser despectivos o menospreciar a alguien con el fin de humillarlo.

v3: Podemos olvidar que una vez nosotros también fuimos incrédulos y nuestra actitud hacia los incrédulos puede ser condenatoria. Pablo nos advierte que no los condenemos. Él nos recuerda que en el pasado nosotros tampoco conocíamos la verdad y nos comportábamos de la misma manera que ellos. Somos salvos por la gracia de Di-s, pero antes de eso no éramos diferentes a los demás.

  • Insensatos. Una falta de perspectiva adecuada. No pensar de forma correcta.
  • Extraviados: la implicación es que una vez fuimos engañados por el enemigo.
  • Esclavos de concupiscencias y deleites diversos (placeres). Toda la humanidad, antes de la salvación ya causa del pecado original, estaba en servidumbre.
  • Placeres. Esta palabra en contexto tiene que ver con lo que es placentero para el hombre natural, no para el hombre espiritual.
  • Envidia. Celos, querer lo que otras personas tienen.
  • La primera palabra traducida como “aborrecibles” también se puede traducir como “despreciable”. En nuestro estado original (normal, anterior a Di-s) éramos rechazables o despreciables para Di-s.
  • Aborreciéndonos unos a otros: cuando las personas buscan sus propios deseos y no obtienen lo que quieren, se sienten frustrados. Esto los lleva a hacer cosas despreciables. Comienzan a ver a los demás como un obstáculo para lograr sus propios deseos. Esto conduce al conflicto y al odio hacia los demás (Santiago 4:1-4). Abandonados a nosotros mismos, esta es la difícil situación de la humanidad.
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