¡Shabbat Shalom! Parashá Mishpatim

¡Toma Una Posición Contra el Aborto!

La lectura de la Torá de esta semana se llama Parashá Mishpatim. Viene de Éxodo 21:1-24:18. Aquí hay un breve comentario de Baruch:

Parashá Mishpatim

En la porción de la Torá de esta semana, hay una enseñanza clara de que el bebé que está por nacer debe ser considerado como una persona, con los mismos derechos que cualquier otro ser humano. Mata al bebé por nacer y te acarrearás la pena de muerte. Rashi, el famoso comentarista rabínico, sienta un precedente para el judaísmo cuando no sigue los principios exegéticos básicos y se equivoca en su interpretación de nuestro pasaje central. Moisés escribe sobre hombres que pelean y en el proceso de su pelea chocan con una mujer embarazada y debido a que la golpean (accidentalmente, por supuesto), ella da a luz prematuramente. Algunas traducciones traducen incorrectamente la palabra ויצאו como aborto espontáneo (el término aborto es aceptable si uno entiende que se aplica solo al nacimiento prematuro. A menudo, el idioma inglés o español, en nuestro caso, entiende que el aborto espontáneo se refiere a la pérdida del bebé y no solo a un parto prematuro). La palabra hebrea simplemente significa “salir fuera”. Este versículo dice, si “ella no tendrá una catástrofe”, lo que significa que su bebé vive (Éxodo 21:22). En otras palabras, debido al contacto con los hombres que pelean, la mujer entra en parto y da a luz al niño, pero no hay daño para el bebé. Debido a que el niño nace sin complicaciones, entonces el culpable, es decir, el que provocó la pelea, sólo debe pagar una multa al esposo de la madre.

El pasaje continúa en el siguiente versículo y dice:

“Pero si le sobreviene una catástrofe, pagará vida por vida”. Éxodo 21:23

Rashi no logra entender el contexto del versículo anterior y afirma que la catástrofe, es decir, la fatalidad, se refiere a la madre y no al bebé. Las reglas hermenéuticas básicas descartan su interpretación. Rashi no entendió que la חידוש en este pasaje (la información relevante que proporciona la base para interpretar un versículo de las Escrituras) es el hecho de que el texto no habla de ninguna mujer, sino de una mujer embarazada. En otras palabras, sabemos por otros pasajes de la Torá cuáles son las leyes para un acto similar si el que recibe un golpe es un hombre o una mujer o un sirviente. Laחידוש  en estos versículos es que el sujeto no es simplemente una mujer, sino una mujer embarazada; además, la preocupación de los versículos 22 y 23 no es la madre, sino el bebé. Este hecho se establece en el versículo 22 porque el asunto es la condición del bebé (plural en el texto hebreo) y no la condición de la madre. Rashi no logra entender que la palabra hebreaאסון traducida como “fatalidad o muerte” que se aplica al bebé en el versículo 22 también debe aplicarse de manera similar al bebé en el versículo 23.

Por lo tanto, aquellos que entienden correctamente la autoridad de las Escrituras deben ver el aborto hoy en día como un asesinato. De hecho, incluso una pena más estricta debería imponerse al abortista. ¿Por qué y dónde se deriva esto del texto? El judaísmo rabínico establece que no todas las formas de asesinato requieren la pena de muerte; sino más bien sólo al asesinato premeditado se accede a la pena de muerte, es decir, vida por vida. Obviamente, cuando estalló la pelea, los hombres no tenían la intención de herir a la mujer embarazada ni a su bebé, entonces, ¿por qué el hombre que inició la pelea debería recibir la pena de muerte por causar la muerte del bebé? Mucha gente vería esto como un asesinato accidental y usaría el término “homicidio involuntario”. Sin embargo, el lenguaje de la Torá tiende a usar la palabra “asesinar” de manera general para referirse a matar, tanto intencional como no intencionalmente.

La Ley de la Torá entiende el tema de la premeditación de manera diferente a la ley de muchas naciones. La Torá responsabiliza a uno por los resultados de cualquier acción que pretendía poner en marcha. Es decir, si uno tenía la intención de pelear, entonces es totalmente responsable de todas y cada una de las acciones que resulten de su pelea. El hecho de que no haya tenido la intención de dañar al bebé no disminuye su castigo. La ley de la Torá entiende que una vez que comenzó la pelea, cualquier persona herida o muerta durante el curso de la pelea es como si tuviera la intención de hacerle daño. Hay una distinción importante con respecto a la definición bíblica de un asesinato no intencional. Aunque todavía se le impone la pena de muerte, puede huir a una ciudad de refugio y mientras permanezca en esta ciudad, la pena no puede ejecutarse. Este tema de los homicidios no intencionales y las ciudades de refugio es muy complicado y va más allá del alcance de este breve artículo.

El aborto es una cuestión religiosa, es decir, una cuestión espiritual, y no únicamente política. Por lo tanto, aquellos que quieren silenciar a los seguidores de las Escrituras para que no hablen sobre este tema, bajo el pretexto de la separación de la iglesia y el estado, están en un grave error.

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